La automatización ha sido parte de la evolución tecnológica durante mucho tiempo, pero a menudo se malinterpreta su potencial. En el acelerado panorama digital actual, la automatización puede transformar significativamente las operaciones de red, pero es fundamental comprender cómo aplicar y madurar adecuadamente estos sistemas. Exploremos los niveles de madurez de la automatización y cómo podemos avanzar a través de ellos a nuestra manera.
Creación de un lenguaje común para la madurez de la automatización
¿Cómo descomponemos la automatización?
Los elementos clave de la automatización se pueden describir en la forma en que mejora la observabilidad de la red, el diagnóstico, la gestión de cambios y más.
Características principales:
- Interfaz habilitada para IA: una interfaz fácil de usar que aprovecha la IA para optimizar los procesos de automatización.
- Integración: Integración perfecta con varios componentes y herramientas de red, creando un ecosistema cohesivo.
- Observabilidad de la red: obtenga información detallada sobre la salud, el rendimiento y el comportamiento de su red.
- Diagnóstico: Identifique y diagnostique rápidamente problemas de red con precisión.
- Cambio: gestione los cambios de red de manera eficaz y minimice las interrupciones.
- Remediación automática: resuelve automáticamente ciertos problemas de red, reduciendo la intervención manual.
¿Cómo definimos la “madurez”?

La madurez en la automatización es un viaje lleno de matices, más que un estado binario. Se trata de progresar a través de diferentes niveles de mejora del flujo de trabajo, guiados por una Estrella del Norte estratégica. En el nivel básico, la automatización puede usarse esporádicamente, como con herramientas ad hoc y documentación reactiva. A medida que se desarrolla la madurez, la automatización se vuelve interactiva, integrando herramientas como mapas automatizados y análisis de impacto para resolver problemas más rápido. Un mayor avance ve la automatización como parte de los flujos de trabajo colaborativos, utilizando paneles de control y chatbots para tareas de ingeniería habituales. Con el tiempo, los sistemas se integran, desencadenando interacciones de máquina a máquina y, en última instancia, logrando un estado preventivo donde el diseño de la red es proactivo, impulsado por eventos y habilitado para el autoservicio.
Niveles de madurez de la automatización
La madurez de la automatización es un proceso, no un estado binario. A continuación, se muestra un vistazo a la progresión:
Nivel 1: Ad Hoc
En esta etapa, la automatización es esporádica. Se utilizan scripts e informes puntuales para abordar problemas inmediatos, como la aplicación de un script para solucionar un problema.
Nivel 2: Reactivo
La automatización se convierte en un proceso administrado con bibliotecas de tareas reutilizables. Se activa cuando ocurren incidentes para solucionar problemas recurrentes.
Nivel 3: Proactivo
La automatización se utiliza para anticipar los problemas. Al obtener información más detallada sobre la red, se pueden identificar posibles problemas antes de que ocurran.
Nivel 4: Sistemático
La automatización está arraigada en la cultura y los flujos de trabajo. La mejora continua se logra a través de nuevos diseños e inteligencia, con contribuciones de todos los involucrados.
Las 10 dimensiones de la automatización
Subyacer
Se centra en el gemelo digital y la conectividad, gestionando los dispositivos de red y sus interacciones.
Digital Twin
Abarca cuatro capas: datos, topología, ruta e intención. Proporciona una visión integral de la arquitectura de la red y del flujo de datos.
2 dimensiones:
- 4 capas de datos: capa de dispositivo (activos), capa de topología (dispositivos interconectados, vecinos, estados), capa de ruta (flujo de datos), capa de intención (¿se supone que debe ser así?, rendimiento, seguridad, estabilidad) es el diseño de red previsto para mostrar cómo está diseñado todo y cómo fluyen los datos. Esta es la base de la automatización.
- Visibilidad y observabilidad de la red: visualice y correlacione datos en mapas a partir de informes de rutas en vivo de toda la red. Esto le permite comprender si mi configuración óptima está desviada y si mi red es óptima. ¿Cómo interpretar los datos? ¿Cuál es la progresión del consumo de datos y hechos? ¿Qué está pasando? Es más fácil para los expertos contextualizar lo que está sucediendo a medida que se avanza en la pila de madurez de la automatización porque la observabilidad destila este conocimiento para que el grupo más amplio tenga una perspectiva y tome decisiones.
Servicios reactivos y flujos de trabajo
Implica la resolución de problemas y el cambio de flujos de trabajo para mejorar la prestación del servicio.
Automatización de diagnóstico
Evoluciona desde la resolución de problemas ad hoc al análisis sistemático y la optimización de problemas recurrentes.
Automatización de cambios
Progresa, en el nivel más bajo, desde cambios puntuales hasta un proceso de automatización sistemático y protector que mejora continuamente. Tomemos como ejemplo las configuraciones de QoS. Examina cualquier cambio de la arquitectura original, documenta las variaciones y las integra en el modelo de red dorada para su validación futura.
Observabilidad proactiva
Anticipa los problemas observando las condiciones de la red y abordándolos antes de que se agraven.
Observabilidad y autocorrección
Pasa del monitoreo basado en síntomas a una plataforma enriquecida con contexto y conocimientos de nuevos diseños y aprendizajes.
Superposición
Incorpora interfaces habilitadas para IA e interacciones de máquina a máquina para una integración perfecta.
Interfaz de usuario y máquina
Facilita la toma de decisiones de alto nivel a medida que la automatización avanza en la pila tecnológica.
Inteligencia artificial e integración
La IA desempeña un papel fundamental en la organización de la automatización. Permite una integración perfecta con sistemas externos y permite interacciones intuitivas en lenguaje humano. La IA simplifica la automatización compleja y ofrece resultados en un formato natural y comprensible.
Avanzando en la madurez de la automatización
Para avanzar en la madurez de la automatización, las organizaciones deben crear un lenguaje común para la automatización y definir sus niveles de madurez. Al aplicar un modelo de madurez estructurado, el departamento de TI puede crear una estrategia proactiva para la automatización.
La automatización no se trata solo de tecnología, sino también de desarrollar procesos e integrar inteligencia en los flujos de trabajo cotidianos. Al comprender y aplicar las dimensiones de la madurez de la automatización, las organizaciones pueden aprovechar todo el potencial de sus redes, tomar decisiones más informadas y crear sistemas resilientes y eficientes.